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martes, 28 de junio de 2016

Segunda parte

Fernando Frías dice que su página queeslahomeopatia.com ofrece información breve "para aclarar toda la desinformación que rodea a esta superchería". La página está conformada por cuatro secciones:

1) Historia y fundamentos de la homeopatía
2) Pruebas científicas
3) El efecto placebo
4) Preguntas frecuentes.

En esta segunda entrega comenzaré analizando la primera sección. Os recuerdo que la página es tomada como lo más riguroso y lo mejor de Frías para calificar a la homeopatía como pseudociencia. 

¿Análisis histórico?
La primera advertencia que Frías nos hace es que, no debemos omitir el contexto histórico del surgimiento de la homeopatía. Pero una visión más cercana nos arroja que la sección no es más que un intento burdo e infantil que no describe la homeopatía como se merece. La primera afirmación que aparece es la siguiente:

"Tras dejar la práctica de la medicina en 1794, Hahnemann utilizó por primera vez la palabra [Homeopatia] en su trabajo Indications of the homeopathic employment in ordinary practice"

La mala redacción del párrafo mostrado parece decirnos que Samuel Hahneman dejó la medicina en 1794 y que en la misma fecha usó la palabra homeopatía en la publicación mencionada. Una breve consulta a fuentes básicas nos indica que Hahnemann usó por primera vez el lema los semejantes trátense con los semejantes  en su trabajo Essay of a new principle for ascertaining the curative power of drugs and some examinations of previous principles, el cual fue publicado en el Journal of Practical Medicine en el año de 1796. Es en 1807 - y no en 1794 como erróneamente afirma Frías- cuando aparece Indications of the homeopathic employment in ordinary practice. Como el lector ya estará dando cuenta, Hahnemann tardó más de trece años tan sólo para publicar y esbozar su hipótesis de trabajo. Sólo hasta 1810 es cuando publica su obra el Organón Racional de la Medicina, en donde ya existe la teoría de sus sistema de tratamiento.

¿Qué es homeopatía?
Frías presenta su propia definición de homeopatía de la siguiente manera:

"La homeopatía clásica se define habitualmente como el sistema médico basado en el uso de cantidades diminutas (infinitesimales) de sustancias que en grandes dosis producirían síntomas parecidos a los de la enfermedad que está siendo tratada. El propio Hahnemann reconocía que la idea de emplear sustancias que producen síntomas similares parecidos a los de la malaria, enfermedad que se trataba en aquella época precisamente mediante la corteza de cinchona, rica en quinina. Irónicamente todo parece indicar que lo que pasó es que Hahnemann sufría alergia a la quinina."

El párrafo pretende meter como calzador la idea de que Hahnemann tuvo una ocurrencia en el mismo año que dejó de practicar la medicina alopática, y que todo lo basó en una sola experiencia producto de alergias. El lector podría preguntarse de dónde viene semejante ocurrencia. Hace unos años un tal Dr. William E. Thomas esparció este rumor basándose en el libro Hahnemann's Selbstversuch mit der Chinarinde im Jahre del Dr. Bayr G, un texto que data de 1790. Bayr postuló que Hahnemann podría haber sido alérgico a la cinchona, aunque no ofreció evidencia alguna. 

Otro elemento que no explican ni Frías, Thomas o Bayr, es el que Hahnemann experimentara síntomas no sólo producto de la cinchona. Cualquier lector poco informado del contexto histórico debería saber que Hahnemann realizó varios provings -pruebas en sujetos sanos- con distintas sustancias como mercurio, arsénico, plantas venenosas, etcétera. Algún lector podría objetar que muchos de estos provings no se basaron en modernos controles placebo como actualmente se hace en la investigación clínica, pero esto es resulta falso si atendemos a la mirada histórica de los documentos primarios. Como reporta M. Deans(1), mucho antes de que la investigación farmacológica usará los placebos como controles rutinarios, algunos homeópatas ya intuían e identificaban qué síntomas eran producto del placebo de aquellos producidos por genuinos homeopáticos. Otra acción que refuta las elucubraciones y simplicidades de Frías, son la gran cantidad de provings que se han publicado y se siguen publicando por más de 200 años. En la actualidad la investigación con provings usa procedimientos más rigurosos que los que empleaba Hahnemann y sus primeros seguidores, esto incluye procedimientos y técnicas como el doble ciego donde ni el paciente ni el médico saben si dan un placebo o un homeópata; métodos de asignación al azar; o el uso de pruebas estadísticas para saber si existen diferencias significativas entre placebo y el testigo (homeopático).(2) 

En el mismo sitio de marras Frías continúa con lo siguiente:

"Por otra parte, Hahnemann creía que dosis muy pequeñas de estos medicamentos causaban poderosos efectos curativos, dado que al reducir las dosis consumidas iban desapareciendo los síntomas que producían, algo perfectamente comprensible pero que Hahnemann, evidentemente, interpretó de forma errónea. De hecho pensaba que su potencia se vería afectada por una agitación metódica y vigorosa del preparado (lo que se conoce como sucusión; Hahnemann empleaba su biblia para golpear el recipiente que contenía la mezcla"

Y añade: 

"Aunque a veces se emplean otros grados de dilución, la forma más habitual de preparación de una dilución homeopática es la siguiente: se coge 1 ml de la sustancia original ("tintura madre") y se mezcla con 99 ml de agua. Se agita este preparado y se obtiene una dilución de 1 CH (Centesimal de Hahnemann). A continuación, se coge 1 ml de este producto y se repite la operación, así se consigue una dilución de 2 CH. Como se puede deducir del apartado anterior, cada vez que se realiza una de estas mezclas, la sustancia original queda diluida 100 veces más en el preparado final. Se supone que estos productos son más efectivos cuanto más diluidos están. Un simple cálculo permite saber que una dilución de 12 CH no contiene ya ninguna molécula del principio activo. Es, en otras palabras, simplemente agua. No es raro ver medicamentos homeopáticos con diluciones de 30CH"
Frías acierta en describir escuetamente el proceso de preparación de un homeopático, aunque menciona una sola escala de disolución/dilución, la centesimal. Lo extraño de la afirmación del señor Frías es que aunque al inicio menciona "la dilución 1 CH y la 2CH, pasa a olvidarse de estas dos y se enfoca únicamente en aquellas que según el número de Avogadro, no deberían presentar molécula alguna de la sustancia que se ha diluido. Como cualquiera con conocimientos básicos sabrá -y si no sabes no os preocupéis que lo explico- el número o constante de Avogadro es una magnitud que nos sirve para saber qué tantas partículas existen en una disolución. El nombre de constante de Avogadro es en honor al abogado y químico italiano Carlo Lorenzo Romano Amadeo Avogadro Conde de Quaregna y de Ceretto, aunque para para nuestros términos sólo lo llamaremos Don Avogadro. Este señor postuló como consecuencia directa de los experimentos del físico Gay Lussac, la siguiente hipótesis: "volúmenes iguales de gases, a las mismas condiciones de temperatura y presión, tienen igual número de partículas". Es una manera de decir que la materia se combina en proporciones definidas y sirvió para la formulación de las reacciones químicas.

Contra lo que suele predicar gran parte de los pseudoescépticos como Frías, no hay ninguna evidencia que sugiera que Don Avogadro calculara la constante que lleva su nombre. Esta constante fue calculada por primera vez por Daniel Bernoulli en el siglo XVIII, y posteriormente por el químico Josef Loschmidt y William Thomson, los que usaron cálculos para determinar el tamaño de los diámetros moleculares. Sólo hasta el siglo XX es cuando fue posible saber experimentalmente el valor aproximado de la constante de Avogadro, su valor es aproximadamente: 

6.0221367 E 1023

Cuando aplicamos este numerito a cualquier homeopático nos encontramos con lo siguiente: 



Como sabemos, toda la materia está compuesta de partículas llamados moléculas que se dividen en átomos, y éstos en quarks y otras partículas subatómicas. Para nuestro ejercicio no necesitamos por sencillez, más que tomar en cuenta las moléculas. Observemos en la imagen que muestra una tabla, a la izquierda tenemos la escala decimal denotada por una "x", la única diferencia con la centesimal es que el factor de dilución es de una parte en nueve. En la columna de en medio vemos la escala centesimal. Y en la derecha observamos su correspondiente concentración en términos meramente aritméticos. Al tratarse de una progresión geométrica conforme más deconcentrado esté menor será la presencia de la sustancia, esto de acuerdo a la constante de Avogadro. 

El límite de Avogadro normalmente se presenta en la 11C, y digo "normalmente" porque así es como se suele presentar. A partir de la 11C la probabilidad de encontrar una sola molécula de la sustancia diluida es prácticamente nula. Aunque como podéis observar en la imagen, de 1C a 6 C son potencias que no llegan a pasar la constante de Avogadro porque lo que para algunos homeopáticos no podemos descartar la presencia de pequeñas cantidades. Los cálculos para obtener la concentración aproximada son sencillos, y los podéis hacer con una calculadora científica. 

¿Es lo mismo herbolaría que homeopatía?
La respuesta es un rotundo no. La herbolaría es la preparación de hierbas y su definición es tan amplia que se suele abarcar sólo productos vegetales. En cambio con la homeopatía algunos de los productos se hacen a partir de minerales o sales, entre otros. Fernando Frías es más o menos consciente de esta distinción, aunque no completamente. En su sección de preguntas frecuentes escribió lo siguiente:

"¿Es lo mismo homeopatía que remedios naturales, remedios herbales o cosas similares? No. La homeopatía como se explica en Historia de la Homeopatía, consiste en diluir un producto químico tantas veces que al final no existe ninguna molécula de dicho compuesto en el producto y se atribuye el poder curativo a la memoria del agua."

Según Frías la homeopatía es sólo lo que sobrepasa el límite de disolución de Avogadro. Nos hace creer que las potencias que él mismo menciona, tales como la 1CH y 2CH no pueden ser homeopatía. Pero una breve y superficial revisión del concepto de homeopatía nos revela otra cosa. Con esto en mente, podemos pasar a definir de manera técnica la homeopatía, para esto tomé la definición de la Organización Mundial de la Salud(3) en la que podemos leer claramente:

Desde el punto de vista de la seguridad es importante notar en primera instancia que, a pesar de que en los tratamientos homeopáticos se usan diluciones ultramoleculares del material de partida (por encima de la constante de Avogadro), hay también medicinas con potencias bajas que contienen moléculas que pueden ser activas en el sentido bioquímico.

¿Por qué mencionó esta definición? Porque Fernando Frías es muy conveniente al omitir el uso de aquellos homeopáticos que pueden contener especies moleculares en cantidades en torno a los miligramos a nanogramos. Entonces una definición minímamente rigurosa de la homeopatía no debe omitir datos relevantes que permitan la comparabilidad y la evolución de los sistemas sometidos a análisis. En lugar de esto, Fernando Frías y su secta definen la homeopatía empleando una vulgar caricatura que no cumple los mínimos estándares de calidad metodológica, genera ndo respuestas equivocadas y parciales.

La próxima semana hablaré sobre el asunto de "la memoria del agua".... 

Referencias
[1] Dean M. J. Royal Society of Medicine. (2000).
[2] Rakshit G, et a. Indian J Res Hom. (2013).
[3] WHO. Safety issues in the preparation of homeopathic medicines. (2009).







lunes, 27 de junio de 2016

Círculo Escéptico: análisis de una estafa histórica I


En internet podemos encontrar una serie de aseveraciones sobre la homeopatía que se presentan como “basadas en la ciencia y el escepticismo”, aunque estén dotadas de marketing con la intención no sólo de desinformar a la población objetivo, sino que carecen de los requisitos mínimos de calidad como son las fuentes. O si las tienen, suelen distorsionar las conclusiones de los autores a los que citan, ya sea transmutando los resultados no concluyentes o limitados en “negativos”. Esto es lo que justifica violentar a otros ya sea con la difamación, la mentira o no pocas veces la censura, todo con el disfraz de “racional y escéptico”.

Ahora bien, ¿a qué se debe todo esto? Empecemos considerando que hay una organización llamada Círculo Escéptico (CE), una empresa de puro y llano marketing, filial de la multinacional estadounidense “Comité para la Investigación Escéptica” (CSI-COP). El CE se presenta ante la sociedad como una asociación cultural que busca fomentar el escepticismo. Según ellos, el escepticismo es la práctica del “pensamiento crítico y racional, como herramienta indispensable para la comprensión del mundo y la toma de decisiones en la vida diaria”. Su objetivo principal son el público joven y tratan de inculcar la premisa de que toda afirmación debe  estar siempre basada en la evidencia, una vez que se ha pasado por el tamiz del filtro crítico y reflexivo. Además de que en su planilla de socios y activistas cuentan con periodistas, algunos científicos (físicos, químicos o biólogos), médicos, filósofos, sociólogos, informáticos, ingenieros en software y alguno que otro metido en la política, todos ellos suelen dedicarse, a modo "freelance", a la divulgación de la ciencia.

¡Impresionante!, dirá usted. Imagine, una organización que se presenta como Organización No Gubernamental, que tiene la misión puritana de asegurar que todos basemos nuestras decisiones únicamente en la empresa científica presentando desde un punto de vista neutral y objetivo las criticas a los engaños y estafas de las llamadas pseudociencias, cuales ponen en peligro la salud pública, las instituciones científicas y salvaguardan las leyes unilineales de la física, la química y la biología.

Se nota claramente que no estamos ante una organización de meros aficionados a la ciencia, sino que incluye también como centro motor a científicos en vastas disciplinas que, se supone reforzarían el conocimiento y nos harían salir de la oscuridad, según el adagio de su héroe y mentor Carl Sagan, astrónomo ya fallecido. No obstante, la realidad es otra. A más de 30 años de fundarse el movimiento escéptico en 1976, ha fracasado estrepitosamente en su empresa, no sólo no promueven el pensamiento crítico sino que directamente y llanamente usan ataques directos tales como los insultos y la difamación, crean campañas de acoso, persiguen e intentan humillar a otros basados en su posición de poder desde ciertas instituciones (si son académicos) o directamente promueven el linchamiento mediático a través de foros, blogs, medios de comunicación y sitios como Xataka ciencia, Menéame, ElPaís, ValenciaPlaza, etcétera. Si esto no es suficiente, llegan a realizar plagios descarados, cometer fraude, estafas y sobre todo a negar sus propósitos políticos e ideológicos específicos bajo la acusación de que quien los cuestiona es un “conspiranoico”. Nada más basta ver las estrategias fraudulentas de estos señores, como ejemplo el pseudoperiodista Miguel Ángel Uriondo afirma, sin ninguna evidencia, que los usuarios de la homeopatía son “víctimas” y “crédulos en todo” desde “ovnis” hasta votar a favor de Donald Trump. No es una broma, eso está publicado en un periódico llamado “Consumerismo”, he subido el archivo por si queréis verlo. Es la típica estrategia del miedo y de mezclar a todos, análogo a creer que los rusos son los comunistas come niños o que los musulmanes son todos malvados que vienen a depositar bombas, o que los colombianos y mexicanos son todos narcoterroristas. Mismas estrategias macartistas adosadas con el mote “escéptico”.

Ahora bien, ¿a qué viene a cuento todo esto? Nada más ni nada menos porque en Noviembre de 2010 apareció una página llamada ¿Qué es la homeopatía? montada por Fernando L Frías Sánchez, abogado y fundador de CE. La página es una de las primeras en aparecer en los motores de búsqueda de internet. Al poner homeopatía, esa página ocupa el cuarto lugar después de la Wikipedia, Boiron y la Sociedad Española de Medicina Homeopática. Para que alguien lo haga debe por lo menos mantener un sitio, o dicho de otra manera, hay que desembolsar dinero.


Fernando Frías aparece como socio de CE y miembro honorario de otra organización semejante llamada Alternativa Racional a las Pseudociencias - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC), fundada en 1986. No debemos perder de vista que ambas organizaciones tienen algunos miembros que pertenecen indistintamente a las dos organizaciones, las únicas diferencias es que ARP es la parte más “académica”, hay que reconocerlo, afiliada a la Universidad de la Laguna, la Universidad Pública de Navarra, y la Universidad de Murcia en sus respectivos departamentos de divulgación.

Esta segunda organización publica una revista de divulgación del escepticismo llamada el escéptico (la podeís encontrar en internet), carente eso sí, de todo rigor metodológico. Lo que podemos encontrar en esa revista no es muy diferente de revistas al estilo Año Cero o de otras del mismo talante que el movimiento escéptico suele criticar. Carece de revisión por pares, no sustenta un aparato crítico y existe un fuerte sesgo a que entre sus propios miembros se reseñan siempre críticas positivas a los libros de sus propias editoriales. Editoriales como Laetoli, por supuesto que se especializan en promocionar al fundador del ARP, el filósofo auto-didáctica y físico, Mario Augusto Bunge. Obviamente una revista divulgativa carece de tal proceso de control de calidad como un blog, lo que no es coherente es que los escépticos siempre presuman de basarse en la mejor evidencia y en citar sólo revistas académicas con alto factor de impacto, pero luego se les vea citando revistas como el escéptico carentes no ya del menor rigor, sino de alabar a sus propios fundadores como exentos de cualquier defecto u omitiendo las difamaciones a terceros.

Sería exhaustivo y aburrido hacer una lista de cada miembro de ambas organizaciones, pero sí que podemos ver cuáles son los proyectos que han montando. CE ha puesto en marcha diversas páginas con menor o mayor grado de aceptabilidad, para atacar todo lo relacionado a la homeopatía y cualquier alternativa, o mediante “wikipedias” apócrifas, una lista no exhaustiva: 

1. Wiki pseudociencia a cargo de un tal “Lord_Areg”.
2. Placebo.net (plcbo.net)
3. Muy interesante / QUO
4. El País promueve a Javier Salas.
5. Lacienciaysusdemonios (varios administradores).
6. Lamentiraestaahífuera (un administrador).
7. Naukas (cuatro administradores).

Al menos, 3 y 8 son páginas fantasma creados ex profeso. En ninguna podemos encontrar quién las escribió, ni siquiera un usuario anónimo. Son sitios más sofísticados comparados con lacienciaysusdemonios o lamentiraestáahífuera, que ofrecen resumenes (al menos 2, ya que 8 expiró pero aún encontramos su registro) sobre las llamadas pseudociencias.

No debemos olvidar que hay otros sitios donde las usan como plataformas del espéctaculo, tales como 3 y 4. En otros casos se ganan las simpatías de los administradores de menéame (un sitio dedicado a difundir noticias donde los usuarios pueden votar la nota) que, no es casual, promueve los puntos de vista de opinólogos profesionales como Antonio Martínez Ron (alias “aberron”) que funge como miembro de MuyInteresante, o del ya famoso pseudoperiodista Luis Alfonso Gámez corresponsal de CSICOP, o ya no se diga de César Noragueda en Hipertextual. Tanto Gámez, Ron, Noragueda y Salas son miembros de ARP-SAPC.

Amazings.es
Antes de que nos perdamos más en la marabunta de supuestos escépticos, ¿quién es el tal Fernando? La verdad es mi respuesta tiene poca información. A parte de que este es el máximo representante del movimiento escéptico español, les sorprendería que en una organización de estilo tecnocrática-sectaria como EC un abogado, y no un científico, sea el presidente electo. No hay nada de extraño si consideramos que tradicionalmente las organizaciones de este tipo necesitan a estos profesionales por cuestiones legales. Un abogado no es de los profesionales más respetados que digamos, podremos decir que la abogacia es una de la disciplinas más corruptas del mundo porque el dinero circula constantemente, ya no digamos de que son especialistas en ser contratados por industrias, bancos y matones para amenazar a sus deudores. No estoy diciendo que todos los abogados sean así, hay todavía algunos honestos y activistas. Pero no nos confundamos, Frías no es alguien digno de admirar, es más bien un consultor privado que nunca explica su perfil más allá de “aficionado a la divulgación científica” o de haber ganado un premio J.R.R Tolkien en 2009 o de presentarse como un ciudadano independiente y preocupado por el avance de las pseudociencias. Esto es lo que dice en su página de queeslahomeopatía:

    Como se especifica en la página de preguntas frecuentes, solamente somos un grupo de ciudadanos preocupados por el continuo avance de las pseudociencias. Todas las personas que están detrás de este proyecto son colaboradores del blog de ciencia Amazings. La idea partió de Fernando Frías y poco a poco se fue arrimando el hombro.”

Fíjense en el “solamente”. Como os he contado antes, Amazings.es fue el nombre del actual sitio Naukas. Iniciado en 2010 por miembros de ARP y/o CE: como Martínez Ron, Arturo Quirantes, Xurxo Mariño, Txema Campillo, Rosa García Verdugo, Manuel Hermán (alias “kanijo” y colaborador de lacienciaysusdemonios), Pere Estupinyà (colaborador de ElPaís), Alberto Fernández (fundador de “Cerebros no lavados”), Luis García Godoy (alias “Luigargo), José A. Prado-Bassas (alias “Eliatron), Miguel Rodríguez Lago (MiGUi), entre otros. El proyecto fue iniciado por Miguel Artime (alias “maikelnai”, Antonio Martínez Ron, Javier Peláez (alias “Irreductilbe”) y José Cuesta (alias el “morris”), los mismos administradores del actual Naukas. Ellos reconocían tener un acuerdo con Quo, acuerdo que consistió en escribir al menos un artículo al mes. Y presumían de tener a más de 80 científicos y divulgadores a la mano.


Entonces ya no son tan independientes como lo parece. El trabajar para los medios de comunicación pone en entredicho su neutralidad. Si a esto añadimos que la idea partió de la “nada”, resulta sospechoso porque la información de Frías es muy escasa, vaga y difusa. Los registros de este personaje no son, por supuesto, nada novedosos. La primera edición de el escéptico, publicada en 1998, presenta a un abogado interesado en “debunkear” (refutar) todo lo relacionado con la ufología, y apenas se comienza a vislumbrar las críticas por parte de miembros extranjeros pertenecientes al Consejo Europeo de Organizaciones Escépticos, fundada en 1995, la máxima representante después del CSICOP, para asesorar a la militancia escéptica. Por lo que quienes aseguran que no existe un escepticismo organizado, no sólo se equivocan sino que directamente mienten. Existe un claro movimiento transnacional dedicado a la venta y promoción de material editado por ellos, así como de la difusión de técnicas de propaganda para infiltrar las academias, partidos de izquierda o derecha, veganos, new agers, católicos, o lo que sea con la finalidad de promover su pensamiento único. La mayoría, eso sí, son simpatizantes del PSOE, salve que Bunge es miembro del mismo partido.

Criterios de selección
Si he elegido la página queeslahomeopatía no es arbitrariedad, sino una elección racional basada en lo que dicen los propios escépticos. Aunque no es la página con los mejores y más abundantes argumentos contra la homeopatía, es la más citada y difundida. Uno de los miembros de Naukas, el matemático José A. Prado-Bassas escribió en su bitácora, hace poco más de 5 años, que si alguien quería aprender sobre la homeopatía consultásemos la página de Frías. Para el caso, Bassad admite que había otro personaje, el fundador de la idea, el Dr. José María Mateos, ingeniero biomédico y colaborador de Naukas. ¡Sí, otro cómplice del fraude! 

Ahora vayamos a otra nota, está vez en Rebelion, donde aparece que José María Mateos, Fernando Frías y Borja Robert (otro miembro de ARP) organizaron los suicidios homeopáticos en España, esto en 2011. La carta en Rebelión, firmada por Marta Menéndez y Felix Ares de Blas, éste último es director del planetario de Pamplona y ex-director de ARP. La cosa se pone más emocionante, en esas mismas fechas Marta y Felix publicaron un texto en el periódico Publico.es, El timo de la homeopatía”, lo llaman. Estos artículos están encadenados y son la punta de la lanza de las proposiciones de Frías. Es decir, se trata de la justificación original en España de los llamados suicidios homeopáticos, y de la eliminación de las cátedras de la homeopatía. Todo esto se fundamenta en las apreciaciones del abogado, que fueron reproducidas por sus seguidores (incluso científicos) al mismo modo que los seguidores de Shoko Asahara, incluyendo a científicos, seguían y reproducían la propaganda del iluminado en turno. La única diferencia notable es que Frías hasta ahora no ha cometido un atentado terrorista, pese a compartir rasgos narcisistas.

Continuará... cada semana subiré la continuación del análisis.